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  Guia de Resident Evil 3 Nemesis

 

La ciudad estaba plagada de zombies y otras criaturas también muy peligrosas. Yo había salido despedida de uno de los edificios de lo que una vez fue Raccoon City y que ahora era un cementerio de muertos vivientes. Conseguí huir y me refugié en un Almacén junto a otro superviviente, Darío Rosso. Estaba harta y creí que sería un buen momento para huir, pero Darío tuvo miedo y se escondió en un camión. Yo ya no podía hacer nada, así que le dejé y registré el Almacén. Debajo de las escaleras, encontré un Spray y, en un cajón, Munición para la Pistola. Después, subí las escaleras hasta un despacho arriba. Cogí la Llave almacén y dos botes de Pólvora A, que combiné para obtener algunas balas extra. También encontré algo de Cinta para saber de mis progresos si había alguna Máquina de Escribir. Salí de la sala y salí al exterior.

No tardaría en hacerse de noche, así que corrí hasta la siguiente puerta, pasando una bicicleta amarilla. Mi destino me llevó a un callejón con el suelo de madera, entrando antes por la puerta más cercana a mi salida del callejón de la bicicleta. Avancé y, al llegar a una puerta, Brad Vickars salió disparado huyendo de varios zombies. Los eliminé y bajé por donde él había salido, eliminando a otro zombie abajo. Aquí encontré Gasolina para mechero para el Mechero, que aún no tenía, y una Escopeta en manos de un cadáver cubierto de gusanos. Al parecer, a él le había servido de poco así que yo probaría suerte. Acto seguido, empecé a perseguir a Vickars -recogiendo algunas Hierbas Verdes por el camino- hasta que oí unos gritos en una calle con un bar y una boutique. No pude hacer nada por él, pero cerca de allí, junto a una ambulancia y unos andamios verdosos, encontré el Mapa de la Ciudad y, subiendo unas escaleras, algunas Hierbas Verdes. Continué mi persecución hasta que le oí disparar y acabar con algún zombie. Yo eliminé al resto y entré en el Bar, donde estaba siendo atacado. No le ayudé, pues él solito acabó con el zombie, mas le vi muy cansado. Intenté hablar con él, pero sólo balbuceaba sobre un monstruo que nos quería matar a todos. Me pareció absurdo, pero él salió corriendo. Sola en el Bar, recogí la Postal de la Torre del Reloj, algo de Munición debajo de la máquina registradora y el Mechero cerca de unos teléfonos.

Volví por donde había venido y giré por un camino cuyo suelo era un color marrón. Continué hasta una barricada repleta de zombies, que la echaron abajo. Hábilmente, esperé a que se acercaran a un barril explosivo para destrozarlos disparando a éste. Cuando todos estuvieron muertos, al fondo encontré algunas Hierbas Rojas y la Foto A que poseía un cadáver de un policía. La puerta estaba cerrada por una cuerda impregnada de gasolina. Obviamente, llené de Gasolina para mechero el Mechero y le prendí fuego a la puerta pudiendo continuar. Seguí hasta un prologando incendio, del que salieron varios perros furiosos. Acabé con ellos y entré por una puerta lateral, donde encontré una Máquina de Escribir y un Baúl donde dejar mis cosas. De momento, dejé el Mechero y las plantas que no iba a necesitar; grabando, por último, mis progresos. Salí y corrí hacia una puerta de barrotes que atravesé, luego torcí a la izquierda hasta la Comisaría. Al entrar, Brad entró casi al mismo tiempo malherido. Justo cuando iba a ayudarle, un monstruo entró y le destrozó la cabeza. Era Némesis...

OPCIÓN A: LUCHA CONTRA EL MONSTRUO
Estaba muy furiosa por lo que le había hecho a Brad, así que decidí enfrentarme a él. Saqué mi Escopeta y, con algo de suerte y furia, le derrumbé dos veces. Entonces, vi como se le caía algo, un maletín. Al cogerlo, me sorprendí al ver la Pieza Eagle A. Eché un vistazo al cadáver de Brad, sólo tenía un tarjetero que, al comprobarlo, me dio una Tarjeta S.T.A.R.S.. Entré en la Comisaría, donde recogí algunas Hierbas Verdes, mas luego usé la Tarjeta S.T.A.R.S. en el ordenador, obteniendo un número clave. Allí, también cogí algo de Munición y grabé mis progresos.

OPCIÓN B: ENTRA EN LA COMISARÍA
Si podía hacerlo eso a Brad, no quería ni imaginar lo que podría hacerme a mí. Sin pensármelo dos veces, entré de lleno de la Comisaría y cerré las puertas. Némesis las golpeó durante largo rato. Recogí algunas Hierbas Verdes del hall más algo de Munición. Necesitaba una tarjeta de identificación para acceder al ordenador y me acordé que la mía estaba en la Sala de Prensa de la Comisaría. Con ella, podría obtener información.

Tras hacerme con el Mapa de la Comisaría, entré por la única puerta accesible. Daba al interior de una sala donde parecía haberse celebrado una fiesta, truncada por esos malditos zombies. Además, de estos estaba la zona algo llena. Los eliminé y entré en una oficina donde estaba Marvin Branagh muerto. En el suelo estaba otro archivo, el Informe de Marvin, que leí y que notificaba la desaparición de dos piedras que hacían funcionar un mecanismo. Una de ellas estaba en la Comisaría, la otra estaba desaparecida. Recogí algunos Cartuchos que allí estaban y entré en el Almacén de la Comisaría, donde encontré una Joya Azul y, con el código obtenido del ordenador, la Llave S.T.A.R.S.. Salí por el otro lado y, tras eliminar algunos zombies, entré por la puerta de debajo de las escaleras. La puerta lateral cercana al Almacén de la Comisaría daba rumbo a la Sala de Prensa, donde estaba mi Tarjeta S.T.A.R.S.. En fin, en el Cuarto Oscuro, encontré un archivo, el Memorándum de David, una Cinta y algo de Pólvora B. Grabé mis progresos y dejé algunos objetos, como la Joya Azul, que no necesitaba en ese momento dentro del Baúl. Subí las escaleras, eliminando más zombies, hasta llegar a la Sala S.T.A.R.S. que abrí con su correspondiente llave. Dentro, encontré Munición, mi Ganzúa, un archivo que era un Fax de la Tienda de Kendo sobre las nuevas armas de los S.T.A.R.S., un Spray dentro de una bolsa con una cruz roja y, dentro del armario, un Lanzagranadas -¿o era una Mágnum?-. Con estos objetos, y viendo que todos los policías estaban muertos o eran zombies, me largué de allí. Cual sería mi sorpresa que, al bajar las escaleras, Némesis saltó por una ventana con un bazooka en el brazo. Sabía que si luchaba con él y ganaba, quizás obtuviera la Pieza Eagle B para formar la Desert Eagle 6.0 pero que también podría matarme... en cambio, si huía, él me perseguiría hasta la salida por toda la Comisaría. Tomé una decisión y pude escapar.

Afuera, cerca de otro incendio, había una puerta cerrada con un cierre sencillo, nada difícil para mi Ganzúa. Abierta la puerta, seguí por un callejón muy cerrado donde encontré el cadáver de un mercenario. Cuando le registraba, sentí un escalofrío que se me pasó al encontrarle Munición y su Diario de un Mercenario. Continué -recogiendo plantas en mi camino, aunque eso ya lo omitiré- hasta un autobús. De repente, oí disparos y gritos, siendo mi carrera interceptada por varios perros. Acabé con ellos, pero quizás demasiado tarde. Otro mercenario había muerto devorado. Llevaba algo de Pólvora B que me vendría muy bien. Seguí por un Garaje, matando dos perros más y recogiendo un Cable de corriente de dentro de un coche, hasta otra sala donde recogí Munición, Cinta y donde, además, dejé algunos innecesarios objetos. Seguí hasta encontrar el cadáver de otro mercenario, momento en el que fui sorprendida por dos monstruos de laboratorio, que ya conocía de la mansión. Ahora habían evolucionado algo -recibían la denominación de Brain Deimos- pero eran fáciles de destruir con mi Escopeta. Registrando cuerpos hallé más munición y continué hacia delante. Allí, vi como un mercenario de Umbrella salía corriendo. Me encontré con un cruce de caminos que podían llevarme al Restaurante o a la Oficina de Prensa.

CRUCE EN LA HISTORIA, PARTE A
Como estaba más cerca el Restaurante, fui hacia allí. El mercenario que había visto antes estaba huyendo y eliminando zombies por doquier. Le perdí de vista un segundo, pero supuse que había entrado en el Restaurante. Sin embargo, al entrar, todo estaba tranquilo, en silencio. Recogí de una mesa la Guía de la Ciudad, un interesante archivo de como se dejó engañar el alcalde. Fui hasta el fondo del Restaurante, donde abrí un armario y encontré una Palanca. Por el camino, recordé haber visto una escotilla. La abrí con la Palanca y entonces apareció el mercenario. Se llamaba Carlos y me asustó un poco ver que poseía un Rifle Semiautomático, aunque no lo usó. Me habló de que había venido con más hombres a salvar a los ciudadanos de Raccoon City, pero la mayoría de ellos habían muerto. No me inspiró confianza, pero tuve que recurrir a él porque, en ese momento, Némesis apareció de nuevo.

OPCIÓN A: CORRE AL SÓTANO
Ya que había abierto la compuerta, Carlos y yo nos metimos dentro. Justo entonces, hubo una explosión y se rompió una cañería. No era preocupante, pero la presencia de Némesis sí lo era. Sabía que si no encontraba una salida pronto, Carlos querría subir y enfrentarse a Némesis. Pero había también un hueco por el que huir al cruce de caminos de la ciudad. La elección era toda mía...

OPCIÓN B: OCÚLTATE EN LA COCINA
El Restaurante apestaba a gas, así que decidí ocultarme con Carlos en el mostrador del mismo. Cuando Némesis pasó cerca de las bombonas de gas, le lancé una lámpara que hizo saltar por los aires medio Restaurante y al mismísimo Némesis. Éste soltó otro maletín con una Caja de Sprays de tres, bastante útil. Salimos fuera del Restaurante porque tenía la sospecha de que Némesis se volvería a levantar.

Carlos y yo discutimos al final, al creer que me estaba mintiendo. Se fue y yo decidí ir a la Oficina de Prensa en busca de información. Al llegar cerca del edificio, vi el mecanismo de las joyas y entonces entendí su importancia: sin ellas, no podría continuar. En la Oficina de Prensa, tras recoger la Foto B sobre un teléfono, tuve que empujar una escalerilla para acceder a un panel antincendios. Al parecer, el periódico por dentro estaba en llamas. Desactivé la seguridad y subí, no sin problemas, al piso superior. Unos zombies me esperaban tranquilamente y con su estúpida sonrisa en la cara. Se la borré a todos y recogí la Foto C, el Memorándum del Periodista y la Joya Verde, mas luego salí del edificio.

CRUCE EN LA HISTORIA, PARTE B
La Oficina de Prensa podría darme mucha más información que un simple Restaurante, así que allí fueron mis pasos. Cerca del edificio, el mecanismo de las joyas me hizo entender que, sin ellas, no podría avanzar más. Entré en la Oficina, recogiendo la Foto B de encima de un teléfono. Acto seguido, empujé una escalerilla para acceder a un panel antincendio; la Oficina de Prensa estaba en llamas en su interior. Tras desactivar el sistema de seguridad, pude acceder al piso superior donde me encontré con un mercenario tirado en el suelo. Su nombre era Carlos y decía que venía con buenas intenciones, mas yo no me fiaba. No hablamos más, pues Némesis hizo acto de presencia.

OPCIÓN A: SALTA POR LA VENTANA
Sin pensárnoslo dos veces, ambos saltamos a la parte trasera de la Oficina huyendo.

OPCIÓN B: ESCÓNDETE EN LA OFICINA
Sin tiempo para reaccionar, nos escondimos en la Oficina, con la buena fortuna de que una explosión derrumbó al monstruo. Rápidamente, recogí la Foto C y un Memorándum del Periodista, más una Caja de Sprays de tres que había soltado Némesis. Rápidamente, Carlos y yo salimos corriendo de la Oficina a un lugar seguro.

Con más tiempo para hablar, no hicimos otra cosa sino discutir. No le creía completamente y él tenía mucho que hacer, así que nos separamos. Me encaminé al Restaurante, donde, matando varios zombies, encontré una Guía de la Ciudad, un bonito discurso inflado con billetes procedentes de Umbrella. Al fondo del Restaurante, encontré un armario que pude abrir fácilmente con mi Ganzúa, hallando una Palanca. Recordé haber visto en el camino hacia este armario una escotilla, fácil de abrir con dicha Palanca. Bajé unas escaleras hasta abajo, donde eliminé más enemigos y, en un cadáver de un pobre trabajador, encontré una Joya Verde.

AMBOS CAMINOS SE UNEN AQUÍ
Con las dos joyas, pude activar el mecanismo de apertura de la puerta que daba a las afueras de Raccoon City. Recorrí todo el parque y tomé el desvío de la izquierda, que sabía que daba a un viejo vagón. Llegué a él con la dificultad de varios zombies molestos, acabados a base de Escopeta. Un cadáver cercano a la puerta tenía Munición que me vino de perlas para la tarea. Dentro del Vagón, el mecanismo no funcionaba por la falta de un Cable de corriente, un Fusible y la Mezcla de aceite. Encima del mecanismo había un Memorándum del Mecánico con información sobre el viejo trolebús. Casi no me había dado cuenta pero, al girarme, me encontré con otro de los mercenarios supervivientes, Nicholai. Con su acento ruso y su seriedad me dio mala espina desde el principio. Tendido en el Vagón también estaba Mikhail, muy malherido y triste por la pérdida de sus hombres. Entré en el siguiente Vagón y me encontré con Carlos y Nicholai. Carlos me apoyó y me prestó su confianza, cosa de la que Nicholai dudaba. Al final, conseguí que ambos me metieran en el equipo, explicándome el plan: era sencillo, huir en el trolebús. Antes de marcharse, Carlos me dio una bandolera, con la que podía llevar dos objetos más. Ya de primeras, una Llave inglesa cercana me sería muy útil.

CRUCE EN LA HISTORIA, PARTE A
Cualquier tipo de aceite estaría en la Gasolinera, pero necesitaba una Manivela para abrir la persiana metálica que la cerraba. La Manivela se encontraba en alguna de las salas donde podía grabar mis progresos. Sin embargo, cuando fui a usarlo, se me rompió justo cuando levantaba la persiana. Menos mal que, con la ayuda de la Llave inglesa, pude terminar de levantarla. Dentro, fui sorprendida por un poco comunicativo Nicholai. Sin decir mucho, fue a la parte trasera para echar un vistazo. Mientras, recogí un Spray de la estantería y manipulé un cuadro de mandos para obtener Aceite industrial. Justo cuando iba a salir, un cable y gasolina hicieron saltar por los aires el lugar que examinaba Nicholai, con él dentro. La explosión fue bestial. Suponiendo que estaría muerto, salí corriendo de la Gasolinera, que saltó, también, por los aires.

Regresé por donde había venido y, en el parque, una puerta lateral se abrió bruscamente con varios zombies empujando. Los eliminé rápidamente y encontré una estatua del alcalde, que tenía un botón. Lo pulsé y éste me dio un Libro de Bronce. Recordé que, en el Restaurante, en la parte de fuera, había un hueco parecido a ese objeto. Fui allí y lo dejé, cogiendo la piedra con forma de Brújula que había al lado. Esa Brújula la dejé en la mano de la estatua y conseguí una Batería.

Me quedé un poco parada, pero reaccioné enseguida. El Aceite industrial no valía, tenía que estar mezclado. Por lo tanto, me encaminé hacia la Oficina de Ventas, pero estaba cortada por el fuego. Cerca hallé una Manguera, sujetada por pernos. La quité con ayuda de la Llave inglesa y la usé en una boca de agua cerca del fuego. Sin el peligro de las llamas, pude seguir hasta la Oficina de Ventas de Umbrella. Llegar no era fácil, más Brain Deimos me esperaban con ganas de pelea. Aplastados, entré dentro de las oficinas. Oí como Carlos hablaba con uno de sus compañeros, Murphy, que quería que le matasen pues había sido contagiado con el virus. Carlos no tuvo elección y acabó con él. Luego, salió huyendo. Decidí no seguirle y registrar el lugar. Dos archivos, el Informe del Mánager, debajo de un Control Remoto, y el Fax Comercial, en unos cajones al lado del cadáver de Murphy, cayeron en mis manos. Uno de ellos me daba pistas sobre la clave del ordenador. Usé el Control Remoto y vi un anuncio que mencionaba un producto de Umbrella. Con ingenio, puse dicho producto como clave -no me acuerdo si era SASFPRIN, ADRAVIL o AQUACURE- y accedí al interior. Pólvora y Aceite comercial fueron a parar a mi equipo, donde además mezclé los dos aceites obteniendo la dichosa Mezcla de Aceite. Justo cuando iba a salir, los zombies tomaron el lugar. Eran muchos, pero tontos. Disparando a unos volantes en las cañerías, estos saltaron y sus gases destrozaron a los zombies. Cuando salí, más zombies querían mi sabrosa carne, mas no la consiguieron.

Al salir, vi una Manivela con boquilla circular. Recordé que en la parte trasera del Bar, había una persiana metálica con esta boquilla. Obviamente, la persiana ocultaba Granadas muy útiles. Al regresar a la calle con la boca de agua, Némesis volvió a aparecer. Sabía que si terminaba con él, obtendría otro objeto valioso, quizás la Pieza M37 A; pero que él podría acabar conmigo con su bazooka. Si corría, él me estaría persiguiendo un buen rato.

CRUCE EN LA HISTORIA, PARTE B
Regresé por donde había venido y, en el parque, una puerta lateral se abrió bruscamente con varios zombies empujando. Los eliminé rápidamente y encontré una estatua del alcalde, que tenía un botón. Lo pulsé y éste me dio un Libro de Bronce. Recordé que, en el Restaurante, en la parte de fuera, había un hueco parecido a ese objeto. Fui allí y lo dejé, cogiendo la piedra con forma de Brújula que había al lado. Esa Brújula la dejé en la mano de la estatua y conseguí una Batería.

Sin saber muy bien qué hacer con ella, fui a la Oficina de Ventas. El camino estaba cortado por el fuego, así que tuve que ir a buscar una Manguera que conectar a una boca de agua cercana. La encontré, pero sujeta por unos pernos. Gracias a la Llave inglesa, pude sacarla para apagar el incendio. El camino hacia la Oficina de Ventas era un camino lleno de enemigos, pero superables con mi Escopeta. Dentro, tuve poco tiempo de oír un grito y un disparo. Nicholai había acabado con uno de los suyos, aparentemente infectado. Después, se puso a examinarlo con un portátil. Ante la poca colaboración de Nicholai, fui a lo mío: el Informe del Mánager y el Fax Comercial, archivos que estaban uno encima de un Control Remoto y otro en unos cajones cercanos a Nicholai, me daban pistas sobre la clave de un ordenador. Encendí la televisión con el Control Remoto y ésta anunció un producto de Umbrella. El nombre del producto -no me acuerdo si era SASFPRIN, ADRAVIL o AQUACURE-, era la clave del ordenador. Con ella, accedí al interior para recoger Aceite comercial y algo de Pólvora. Al intentar salir, los zombies tomaron la Oficina de Ventas. Gracias a unos buenos balazos a unos volantes de unas tuberías, los gases despedidos dieron buen resultado en los zombies. Al salir a ver a Nicholai, sólo quedaba su portátil, hecho polvo.

Al salir, vi una Manivela con boquilla circular. Recordé que en la parte trasera del Bar, había una persiana metálica con esta boquilla. Obviamente, la persiana ocultaba Granadas muy útiles. Al regresar a la calle con la boca de agua, Némesis volvió a aparecer. Sabía que si terminaba con él, obtendría otro objeto valioso, quizás la Pieza M37 A; pero que él podría acabar conmigo con su bazooka. Si corría, él me estaría persiguiendo un buen rato.

Total, conseguí llegar a la Gasolinera, donde me hacía falta una Manivela de punta cuadrada para abrirla. Ésta se hallaba en una de las zonas donde guardar mis avances. Los problemas no terminaban, pues la Manivela se rompió justo cuando la usaba. Gracias a la Llave inglesa, pude terminar de levantar la persiana metálica. Dentro, de repente, Carlos apareció por la puerta. Pero no era el único, varios zombies también venían tras nosotros. Él salió a hacerse el héroe y yo me quedé recogiendo un Spray y manipulando un cuadro de mandos para obtener Aceite industrial, que mezclado con el otro aceite daba Mezcla de aceite. Justo en ese momento, un chispazo y algo de gasolina provocaron una explosión en el interior de la Gasolinera. Afuera, Carlos había dado buena cuenta de los zombies, pero estaba cansado. Con un último esfuerzo, le levanté y salimos corriendo justo en el momento que todo saltó por los aires. Cuando nos levantamos, nos volvimos a separar...

AMBOS CAMINOS SE UNEN AQUÍ
Ya sólo quedaba el maldito Fusible. Volví a la zona donde los Brain Deimos habían aparecido por primera vez, pero por el otro lado. Un ascensor sin energía descansaba allí, así que le coloqué la Batería para bajar a la Central Eléctrica. Algunos zombies pululaban por allí, pero fueron carne de cañón. Entré en la central y activé la forma manual de la distribución de energía. Después, tras hacerme con algunos botes de Pólvora B, leí atentamente los carteles de las puertas metálicas, que indicaban el voltaje. Abrí ambas y entré por la más cercana, obteniendo el dichoso Fusible. Entonces oí ruidos. Varios zombies intentaban acceder al interior...

OPCIÓN A: A LA SALIDA DE EMERGENCIA
Sin pensármelo dos veces, aquellos zombies me hicieron huir por la parte de atrás.

OPCIÓN B: AUMENTA LA POTENCIA
Aumenté la potencia y aquellos zombies quedaron a la brasa. Nunca me había gustado tanto hacer aquello. Ya muertos, entré por la otra persiana, hayando más botes de Pólvora y, en un armario, la poderosa Mágnum.

Con los tres elementos, fui en busca de Darío Rosso. Fue una pena, cuando llegué los zombies se lo estaban comiendo en un lateral. Decidí no molestarles y desperdiciar munición, mas en el interior del camión hallé Pólvora y el Memorándum de Darío.

Cuando iba a llevar los tres elementos al Vagón, en el garaje, un fuerte temblor abrió el suelo y dos cajas se movieron hacia mí para aplastarme.

OPCIÓN A: ESCALA
Decidí subir rápido y seguir mi camino.

OPCIÓN B: SALTA
No tenía mucho tiempo, así que decidí dejarme caer para esquivar las cajas abajo. Mis ojos casi salen de sus órbitas cuando vi lo que parecía ser la cola de un enorme gusano... sin hacer mucho ruido, y esquivando unas culebrillas, salí al exterior.

No duré mucho en tierra firme, pues otro terremoto, ya cerca de mi destino, me hizo caer a unas alcantarillas. Allí, un Gusano Gigante salió para terminar conmigo. A base de Granadas y también con ayuda de la Mágnum, hice huir al maldito Gusano. Abajo, activé dos botones y salí por las escaleras. De regreso al Vagón, conecté todos los elementos que faltaban y Carlos apareció en ese instante. Le comuniqué la noticia de que Nicholai había perecido y de que teníamos que salir rápidamente de la ciudad. Carlos se puso a los mandos, pero, en plena marcha, oímos el grito de Mikhail. Fui a la parte posterior, donde Némesis había regresado. Decidí ir a buscar a Carlos, pero entonces Mikhail me echó del Vagón diciendo que él se encargaría. Lo intentó, pero Némesis era muy poderoso. A Mikhail no le quedó otra opción que llevarse a Némesis con él, granada en la mano incluida. Aquello provocó que Némesis saliera del Vagón, mas éste quedo descontrolado.

OPCIÓN A: SALTAR POR LA VENTANA
Ante tal panorama, decidí saltar por la ventana sin más. Aparecí en la parte trasera de la Torre del Reloj, donde rápidamente cogí algunos botes de Pólvora y la Llave de la Torre R. Enseguida, de entre las llamas salieron varios zombies ardiendo. Decidí no luchar con ellos y salir por la puerta. Llegué así al Estudio, donde Carlos estaba esperándome. Tras darme algunas Granadas, se marchó. Allí mismo había también una Postal Ilustrada sobre unos relojes en unos cuadros y una Cinta. Continué hasta el hall, donde había un cadáver de otro mercenario y un Lanzaminas que cogí rápidamente. Este mercenario llevaba la Instrucciones Operación, donde ponía expresamente instrucciones de como salir del lugar: había que hacer sonar el reloj. Me fijé también que había algo de Hierba Azul inagotable en este lugar. Continué hasta llegar a la Capilla, un lugar donde cogí la Llave de la Torre y grabé mis progresos.

OPCIÓN B: USAR EL FRENO DE EMERGENCIA
Rápidamente usé el freno de emergencia, pero nos comimos uno de los muros de la Torre del Reloj. Carlos desapareció y me encontré enfrente de dicha torre, rodeada de cuervos. Esquivando a dichos animalitos, entré por un lateral hasta la Capilla, donde encontré la Llave de la Torre R y una Máquina de Escribir donde grabar mis progresos. Continué hacia el hall, pero por el camino fui sorprendida por varios zombies en llamas que atravesaron unos cristales. Me deshice de ellos y llegué al hall, donde encontré muerto a otro mercenario. Recogí de éste su Lanzaminas y su Instrucciones Operación. También eché un vistazo a la Hierba Azul inagotable. Continué hacia el Estudio, donde me hice con Granadas, la Postal Ilustrada y una Cinta. Más allá del Estudio, hallé varios botes de Pólvora y, bajo un cuadro semicaído, la Llave de la Torre R.

AMBAS OPCIONES SE UNEN AQUÍ
Volví al hall y examiné una caja de música. Anoté la melodía y subí las escaleras. Varias arañas estaban atentas a mis movimientos. Acabé con ellas, teniendo mucho cuidado de varias arañas más pequeñas que ellas mismas soltaban al morir. Entrando por la puerta, llegué a una especie de balcón. Allí, pulsé un botón y unos focos iluminaron todo el lugar. Tras apagarlos, usé la Llave de la Torre en una cerradura extraña, haciendo bajar las escaleras. Subí por las mismas y, arriba, hallé la algo de Pólvora y una Rueda plateada -una especie de rueda dentada-. Encontré también una caja de música, cuya relación con la inferior era total. La caja de abajo tenía las siglas "bsbbsb", así que pensé que la "b" sería "arriba" y la "s" abajo. Puse la combinación correcta y obtuvé la Cadena Chronos. La combiné con la Llave de la Torre R y obtuve la Llave Chronos que abría la puerta que quedaba por abrir, en el Estudio. Al regresar hacia abajo, en el balcón, Némesis entró por la puerta y tuvimos otro enfrentamiento...

OPCIÓN A: UTILIZA EL CABLE
Como había descubierto antes, pulsé el botón y acabé cegándolo y tirándolo por el balcón.

OPCIÓN B: UTILIZA LA LUZ
Me aseguré de no pisar el agua y solté uno de los cables de un foco, tirándolo acto seguido al charco que pisaba Némesis. Así, obtuve de Némesis la Pieza M37 B.

Por unos instantes, Némesis dejó de ser un problema. Ahora, era momento de ir por la puerta que no había podido cruzar. Al otro lado, varias arañas me esperaban. Acabé con ellas y registré un cadáver cercano, cubierto de telerañas en busca de algo de Munición. Continué hacia otra sala con tres cuadros y tres estatuas. En el suelo también yacía el cadáver de un mercenario junto al de una chica. Lo examiné y obtuve la Agenda del Mercenario, donde narraba algunos hechos con la misma. Las tres estatuas contenían tres tipos de piedras diferentes, Cristal, Obsidiana y Ámbar. Los tres cuadros eran de las tres generaciones: juventud, madurez y vejez. Cada bola en cada cuadro modificaba la hora y ésta tenía que marcar las doce. Así pues, haciendo mis cálculos, me dije que si el reloj marcaba las siete, el orden debía ser Obsidiana, Cristal y Ámbar; si marcaba las nueve, el orden podría ser Obsidiana, Ámbar y Cristal; y si marcaba las cinco, el orden tendría que ser Cristal, Obsidiana y Ámbar. Cuando logré poner en hora el reloj, éste se abrió y me descubrió una Rueda Dorada, que junto con la otra pieza de plata formaban un engranaje para el reloj. Antes de marcharme a poner el engranaje, recogí Minas.

Tras colocar en su sitio el correspondiente mecanismo -y grabar mis progresos-, bajé al patio. Vi como se acercaba el helicóptero, pero Némesis volvió a aparecer y, con ayuda de su bazooka, estalló el helicóptero. Por si fuera poco, me contagió el virus con uno de sus tentáculos. Por suerte, apareció Carlos y lo dejó unos momentos fuera de combate, aunque Carlos se desmayó y Némesis volvió a la carga contra mí. Le hice frente con ayuda del Lanzaminas, disparando a diestro y siniestro. Terminé con él, pero me desmayé... por suerte, Carlos recuperó el sentido.

1 de octubre. De noche.
Me despertó el sonido de la lluvia...
No puedo creerme que aún siga viva...

Yo estaba infectada, aunque Carlos estaba dispuesto a salvarme la vida. Quizás, después de todo, no era tan mala persona como creía, sino alguien engañado. Armada con su Rifle semiautomático, salió de la habitación hasta la habitación de los tres cuadros y las tres estatuas. Cerca de donde yo había encontrado las Minas, había una campana que sólo alguien de la fuerza de Carlos podría mover. Así lo hizo y encontró una salida al Hospital. El camino estaba lleno de zombies, pero un barril bien situado despejó la situación. Nada más entrar en el Hospital, se encontró con los Cazadores, unos monstruos que ahora estaban en su segunda falle de desarrollo pero que ya habían sido soltados por la mansión hace tiempo. Antes de ser atacado, Carlos entró por la puerta lateral. En la nueva sala, Carlos grabó sus progresos y cogió un Spray. Acto seguido, siguió hasta una sala con un ascensor. De aquí cogió el Diario del Director, la Grabadora, algo de Munición y el Mapa del Hospital. Para que el ascensor funcionase, tuvo que conectarlo y usar la Grabadora, pues sólo reconocía voz. Una vez dentro, sólo podía ir a dos lugares...

CRUCE EN LA HISTORIA, PARTE A
Carlos decidió ir primero a la tercera planta. Nada más abrirse las puertas, tuvo que disparar contra varios zombies que salieron a por él. Muertos, entró por la puerta del final. De repente, oyó un disparo. Corrió y se encontró conque Nicholai había disparado a un compañero que, además, no presentaba ningún síntoma de la enfermedad. Por un momento, Carlos pensó que a él también iba a dispararle. Sin embargo, el mercenario medio muerto sacó una granada e hizo huir a Nicholai mientras Carlos esquivaba la bomba. Cogió después una Llave del Hospital y la Foto D. Luego, entró por una de las puertas principales donde había un científico muerto con un trozo de papel en la mano con una cifra. Se la anotó y entró en la siguiente sala con ayuda de la llave. Aquí había un carrito y cuatro losetas metálicas en las cuatro esquinas de la habitación. Carlos probó hasta dar con la buena, momento en que un cuadro se destapó mostrando una caja fuerte. Usó la combinación que encontrara anteriormente y cogió la Base vacuna.

Sin perder un instante, bajó al Sótano del Hospital, donde sólo había una puerta. Dentro, algunos Cazadores le esperaban. Carlos no se hizo de rogar y los aniquiló. Luego, cogió algo de Munición y algunas plantas. En el Laboratorio del Hospital no pudo no sobrecogerse ante el espectáculo de dos Cazadores nuevos... cogió el Manual Médico de Instrucciones y la Base media para usarla en la máquina, la cual conectó. Los tubos donde estaban los Cazadores se vaciaron, pero la máquina se conectó. Puso la Base media y efectuó los cambios I, III y A para crear el Agente vacuna. Cuando iba a salir, los dos Cazadores se despertaron e intentaron atacarle. Carlos salió corriendo, subiendo a la Planta Baja. Unió después ambas variantes y obtuvo la Vacuna.

CRUCE EN LA HISTORIA, PARTE B
El mercenario decidió ir primero al Sótano del Hospital. Entró por la única puerta que había, en donde cogió algo de Munición y algunas plantas. Después, al doblar una esquina, fue sorprendido por otro mercenario. Le habló de que alguien había intentado matarle y que ya no se fiaba de nadie. Mientras hablaba, intentó abrir una caja fuerte que, sin darse cuenta, contenía un explosivo. Carlos se salvó, pero el mercenario murió con la explosión. Lamentando aquel incidente, Carlos entró en el Laboratorio del Hospital y se quedó sorprendido de ver como incubaban a dos Cazadores. Tras coger el Manual Médico de Instrucciones y la Base media, conectó el equipo, dejando a los dos Cazadores sin el líquido que los mantenía dormidos. Carlos sabía que debía darse prisa, así que puso la Base media en la máquina y pulsó los interruptores I, III y A. Así obtuvo una variante, el Agente vacuna. Justo cuando iba a salir, los Cazadores se despertaron e intentaron acabar con él. Carlos corrió lo que pudo y salió al ascensor.

Más tarde subió a la tercera planta, aparentemente vacía. Fue a la última puerta y allí cogió la Llave del Hospital y la Foto D. Entró en otra puerta, donde había el cadáver de un médico con una cifra en un trozo de papel en su mano, además de varias criaturas pululando por la zona. Leyó el número y fue a la última puerta, en la cual usó la Llave del Hospital para entrar. En la siguiente sala, había una especie de carrito y cuatro baldosas metálicas en las cuatro esquinas. Fue probando hasta que movió el carrito a la adecuada, momento en que el cuadro desveló una caja fuerte. Con la cifra del médico muerto, logró abrirla y encontrar la Base vacuna que, unida a el Agente vacuna, formaba la verdadera Vacuna.

AMBAS OPCIONES SE UNEN AQUÍ
Regresando a la planta baja, Carlos tuvo que hacer frente a dos Cazadores nada más salir del ascensor. Una vez aniquilados, pasó por la Máquina de Escribir para guardar sus progresos y salió al hall del Hospital. Alguien había colocado explosivo plástico en los pilares del Hospital, así que Carlos empezó a correr como un loco. Salió por los pelos. Cuando entró de nuevo en la Torre del Reloj, unos temblores le señalaron que nada bueno podía encontrarse. Volvió hasta el hall con el sonido de los temblores por encima suyo y, entonces, vio que eran esos temblores. Era Némesis. Carlos decidió salvarme ante todo, así que esquivó por dos veces al monstruo hasta la Capilla, donde me inyectó la Vacuna.

Al fin me desperté y Carlos se marchó. Recogí mi Ganzúa del Baúl y marché hacia el exterior, por donde había ido Carlos. Némesis hizo de nuevo acto de aparición. Siempre podría derribarlo, lo que me concedería otra Caja Sprays de tres; aunque parecía mutado y correr tampoco era una mala idea. Afuera, una caseta estaba cercana, con un cierre sencillo que mi Ganzúa venció. Dentro, recogí la Foto E, Munición, Cinta y la Llave del Parque. Con esta llave, abrí la puerta del parque. El parque contenía dos entradas: hacia la fuente y hacia el exterior. Elegí la última, eliminando varios engendros con la ayuda de un barril. Me acerqué al cuerpo de otro mercenario muerto, quien parecía haber recibido un disparo. El cuerpo tenía la Orden Escrita a los Supervisores, que demostraba que todo era una investigación de Umbrella, no una misión de rescate. También tenía la Llave del Cementerio, que adquirí. Otro cadáver más al fondo, junto a una puerta con un gran candado, tenía Balas para la Mágnum. Regresé al parque y luego a la fuente. Había varias plantas y un mecanismo para la fuente. En un cartel había cuatro posiciones distintas, mas tuve que internarme dentro para encontrar un cartel que me decía como vaciar dicha fuente. Así lo hice y descendí por unas alcantarillas. Esquivé unas culebrillas y subí por una escalera hasta un Cementerio. En el interior del mismo había varias plantas, pero varios zombies salieron de sus tumbas con intención de atacarme. La caseta del guarda del lugar estaba cerca; la abrí con la Llave del Cementerio. Dentro, obtuvé varios botes de Pólvora B y una Barra metálica. Entré en un cuarto cercano, una sala donde guardar mis progresos, y me hice con mi Mechero. Salí y me fijé en la chimenea, por la que entraba un inquietante viento. Quemé la leña que había con mi Mechero -que luego deseché- y vi como un hueco de un ladrillo dejaba al descubierto un cuarto oculto. Usé la Barra metálica para crear un hueco por el que meterme. Era un cuarto secreto de algún miembro de Umbrella. Dicho miembro, estaba muerto. Recogí los archivos Informe del Supervisor de la mesa y el Fax del Cuartel General. Uno hablaba sobre todas las monstruosidades creadas y el otro sobre la evacuación de la zona, la cual querían borrar del mapa. Recogí por último la Llave del Parque de la puerta de atrás y una Cinta dentro de un chaleco. Justo cuando iba a salir, la radio envió un mensaje para salir de la ciudad, pues iban a lanzar un misil nuclear para acabar con los zombies... y con todos. Al salir, Nicholai volvió a aparecer con intención de matarme. Me contó sus planes -negociar los documentos y la información sobre lo sucedido-, pero salió huyendo al haber un temblor. Yo salí también corriendo, pero fui atrapada en un gran agujero por el maldito Gusano Gigante...

El monstruo era duro. Muy duro. Pude haberle derribado con muchísima munición, pero era muy peligroso. Por lo tanto, opté por aguantarle hasta que sucediera algún milagro. Y así fue, dos farolas empezaron a soltar chispas. Justo cuando el Gusano Gigante estaba cerca del agua, hice caer las farolas y le electrocutaron. En ese momento, cayó una valla por la que trepé y salí hacia la puerta trasera del Parque. Cerca, al otro lado de un puente semidestruído, estaba la Fábrica Muerta. Cuando estaba a punto de alcanzarla, Némesis volvió a aparecer.

OPCIÓN A: EMPUJARLO
Estaba harta de él, así que lo eché del puente hacia abajo. Acto seguido, corrí hacia la Fábrica Muerta. Dentro, entré por una puerta a una sala de grabación, donde estaba Carlos envuelto en dudas. Cuando se marchó, recogí el Diario del Mánager, la Pólvora, la Cinta de Tinta, algún Spray y la Llave de la Fábrica. Salí por una puerta cercana donde había varias fugas de gas. Activando interruptores, logré acceder al ordenador para conectar la energía. Hecho esto, salí hacia la otra puerta, eliminando más enemigos en mi camino. En la central, tomé algunas Hierbas Verdes, el Disco del sistema y el Mapa de la Fábrica Muerta. Bajé por el ascensor y llegué a otra sala donde encontré algunos Cartuchos, además de algunos enemigos que salían de un agua inmunda. Seguí por otra puerta por una especie de alcantarillado, hasta otra sala con el Manual de Seguridad, una Cinta y una Muestra de agua. Más abajo, una máquina analizaba la Muestra de agua para obtener acceso a otro área. Antes, inserté mi Llave de la Fábrica en un aparato que la codificaba. Más tarde, siguiendo un esquema superior en la máquina, logré que la Muestra de agua fuese aceptada.

Subí en el ascensor y entré por la puerta que había abierto hace poco, pero cuando me acerqué, Nicholai, al otro extremo, comenzó a dispararme. Tuvimos una breve charla, porque de repente empezó a gritar. Con cautela me acerqué y me lo encontré muerto encima del techo. No iba a llorar por él, así que inserté el Disco del sistema en su ranura y entré en una especie de vertedero. De repente, se cerró y empezó la cuenta para destruirlo todo. Por si fuera poco, Némesis de nuevo volvió. Tras esquivarlo dos veces, me di cuenta de que los residuos le hacían mucho daño, y eso fue lo que me ayudó a vencerle. Perdió la cabeza y le derribé, entonces a un médico se le cayó su Tarjeta llave. La recogí y con ella salí disparada de allí. Regresé donde los escapes de gas, a un ascensor cercano. Bajé y cogí algunas Granadas, además del poderoso Lanzacohetes, usando la llave que había codificado. Bajé y usé la Tarjeta llave con una persiana metálica, de la que salieron algunos zombies. Una vez muertos del todo, recogí algunas Hierbas Verdes al final del pasillo y entré por la puerta. Registré los cajones hallando Balas para la Mágnum. Después, oí un mensaje de Carlos que había encontrado un helicóptero abajo. Cogí el Radar como también me pidió y bajé las escaleras.

OPCIÓN B: SALTAR
No me sentía con fuerzas como para enfrentarme a semejante criatura, así que salté al agua. Entré por la puerta inferior de la Fábrica Muerta. Salté una valla y entré por una puerta cercana. Ésta contenía el Manual de Seguridad, una Cinta y una Muestra de agua, la cual traté abajo en un esquema para activar uno de los cierres de una puerta. Al intentar subir, saliendo de esa sala, varios zombies volvieron a la vida y me atacaron. Si no hubiese sido por el oportunismo de Carlos, ahora sería comida para zombies. Él me salvó y luego se marchó. Subí hasta una piscina con agua asquerosa, donde cogí varios Cartuchos. Tomé un ascensor para subir y, en otra sala, como una especie de centralita, tras eliminar algunos monstruos más, recogí unas Hierbas Verdes y un Disco del sistema. Continué y entré en otra sala donde cogí Munición, más Cinta de Tinta, la Llave de la Fábrica y un archivo, el Diario del Mánager. Me acordé que abajo había una máquina para codificar llaves, así que descendí a codificar la mía. Luego, volví a subir a la sala anterior y entré por otra puerta a una habitación con varias fugas de gas. Con los interruptores, logré acceder al ordenador para activar la energía. Activada, bajé por un ascensor cercano, recogiendo varias Granadas abajo y, con ayuda de la llave codificada, el increíble Lanzacohetes. Volví a la centralita, donde entré por la puerta del fondo.

Inserté el Disco del sistema en su ranura y entré en una especie de vertedero. De repente, se cerró y empezó la cuenta para destruirlo todo. Por si fuera poco, Némesis de nuevo volvió. Tras esquivarlo dos veces, me di cuenta de que los residuos le hacían mucho daño, y eso fue lo que me ayudó a vencerle. Perdió la cabeza y le derribé, entonces a un médico se le cayó su Tarjeta llave. La recogí y con ella salí disparada de allí. Justo cuando iba hacia la persiana metálica, alguien me disparó, momento en el que eché un vistazo para ver a Nicholai, que no se rendía. Usé la Tarjeta llave con una persiana metálica, de la que salieron algunos zombies. Una vez muertos del todo, recogí algunas Hierbas Verdes al final del pasillo y entré por la puerta. Registré los cajones hallando Balas para la Mágnum. Cuando me acerqué a la radio, Nicholai salió con su helicóptero y comenzó a dispararme.

OPCIÓN A: DERRIBAR EL HELICÓPTERO
No me iba a quedar de brazos cruzados, así que saqué mi Lanzacohetes y borré del mapa a ese maldito ruso. Aunque, eso sí, derribé el único medio de escape.

OPCIÓN B: NEGOCIAR CON NICHOLAI
Empecé a hablar con él con el fin de distraerle. Cuando salió que un misil venía hacia aquí, él se fue en nuestro único medio de escape.

ESTAS DOS ÚLTIMAS OPCIONES SE UNEN AQUÍ
De repente, Carlos apareció y le conté lo del helicóptero. Estaba derrumbado, pero siguió intentándolo con la radio.

CRUCE EN LA HISTORIA, PARTE A
Decidí pues, bajar por las escaleras a ver si encontraba algo. Carlos, sin embargo, marchó por otro lado bastante furioso.

CRUCE EN LA HISTORIA, PARTE B
Salí un momento de la habitación y regresé al rato. Carlos entonces me comunicó que alguien nos estaba buscando. Así pues, Carlos marchó por un lado y yo bajé las escaleras sin saber muy bien quien podría estar detrás del rescate.

LAS OPCIONES DEL PUENTE Y ESTOS DOS ÚLTIMOS CRUCES SE UNEN AQUÍ
Abajo, había un Baúl, del que cogí todo mi armamento más poderoso. Cerca, se encontraban el Manual del Incinerador y varios zombies tirados en el suelo. Con mucho cuidado, fui eliminando a los que se levantaban hasta la siguiente puerta. Había ahora un pasillo formado por varios coches y en el suelo recogí una Foto Clasificada. Comentaba algo sobre un poderoso cañón. También me fijé en varias criaturas con aspecto humano y varios soldados del ejército... todos muertos. Entré por la puerta y ésta se derrumbó. Me acerqué al cañón y lo activé, mas necesitaba colocar las baterías en su sitio. Cuando terminé de empujar la primera batería, Némesis o lo que quedaba de él regresó. Se comió parte de uno de esos monstruos deformes y se convirtió en una enorme bestia. Sin pensármelo dos veces, empujé el resto de baterías y el cañón se activó para disparar. Luché contra Némesis con ayuda del Lanzacohetes hasta que éste se situó en la dirección del cañón... que primero no le alcanzó, sino que hizo un hueco entre la chatarra. Por allí llevé a Némesis que, al segundo disparo, reventó. La puerta se abrió y, cuando iba a salir, los restos de Némesis me atacaron.

OPCIÓN A: IGNORAR AL MONSTRUO
No tenía mucho tiempo, así que salí por la puerta y bajé por el ascensor.

OPCIÓN B: EXTERMINAR AL MONSTRUO
¿Quería S.T.A.R.S.? Pues yo le di S.T.A.R.S. Esquivé su veneno y recogí del suelo una poderosa Mágnum. Con ella le reventé todas las tripas y vengué a mis otros compañeros, sobre todo a Brad. Después, salí por la puerta y bajé por el ascensor.

FINAL A - EMPUJASTE A NÉMESIS EN EL PUENTE
Al bajar, Carlos me estaba esperando con el helicóptero. Salimos disparados viendo como el misil destruía toda Raccoon City. Estaba muy cansada, pero Umbrella lo iba a pagar caro.

FINAL B - SALTASTE DEL PUENTE CON NÉMESIS
Al poco de bajar, Carlos apareció a mi lado bajando también por el mismo ascensor. Me comunicó que el helicóptero ya estaba aquí. Le pude ver descender y casi lloro de la emoción. El helicóptero lo conducía Barry Burton, compañero de los S.T.A.R.S. que había desaparecido. Nos fuimos mientras vimos como el misil destruía Raccoon City... y a todos.

SEA CUAL SEA EL FINAL, EL EPÍLOGO DEL JUEGO ES ÉSTE
El Senado, influído por miembros de la corporación Umbrella, votaron a favor de eliminar el brote con un misil nuclear. Los muertos se elevaron a cien mil, la mayoría zombies. Sin embargo, yo sentía que tenía que hacer algo, así que me puse rumbo a Europa en busca de Chris, junto con Barry para asaltar la sede de Umbrella allí. ¡Esto no ha terminado!
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